SEGUNDA EDICIÓN LA COMUNIDAD DE FE: ACUERDOS DE FE



Basado en la Biblia Versión Reina - Valera Revisión de 1960 (RVR60)

2.5.9 EL CRISTIANISMO REFORMISTA MODERADO


El término reformar se relaciona con ajustar, arreglar, construir, corregir, dar nueva forma y rehacer. En el cristianismo la reforma es moderada, sin exceder las reglas delimitadas por Dios mediante su palabra. La Biblia tiene textos difíciles de entender, que algunos analistas o intérpretes realzan excesivamente como fundamentales entre sus doctrinas, para establecer una característica diferenciadora que los identifique y distinga en relación con la interpretación de otros grupos eclesiásticos. Ejemplos de estos pasajes bíblicos de difícil interpretación:


_ “Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres” (1 Corintios 15.19).


_ “De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?” (1 Corintios 15.29).


_ “Porque también Cristo padeció… en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,…” (1 Pedro 3.18 al 20).


_ “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Corintios 11.14).


_ “Y a los ángeles que no guardaron su dignidad…” (Judas 6).


Para la lectura se requiere: “... No pensar más de lo que está escrito...” (1 Corintios 4.6), como también nos dice Pablo: “Porque no os escribimos otras cosas de las que leéis, o también entendéis; y espero que hasta el fin las entenderéis” (2 Corintios 1.13). De manera que si la Biblia se explica por sí misma, se puede evitar una interpretación especulativa, fantasiosa y de suposiciones fuera del contexto bíblico, porque una lectura ajustada a lo escrito y sentido bíblico, es la palabra de Dios sin interpretación privada e inspirada por el Espíritu Santo (2 Pedro 1.20 al 21). Tanto lo escrito como su interpretación deben ser a través del mismo Espíritu de Dios, el sentido de la Escritura se explica por sí misma.


También Pedro se refiere: “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios” (1 Pedro 4.11); de esta manera se elimina la tergiversación (forzar y torcer) el sentido de la palabra de Dios al darle una mala interpretación. Se requiere analizar la escritura con base en el contexto cultural e histórico, por el cual se escribe el pasaje, la necesidad resuelta en ese momento y las personas destinatarias del mensaje. Luego, tener mucho cuidado al traerlo al presente y aplicarlo en la actualidad, en nuestras propias circunstancias, sin descuidar lo establecido por Dios: “No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella” (Deuteronomio 4.2). Hay otras citas bíblicas al respecto Deuteronomio 12.32; Proverbios 30.5 al 6; Apocalipsis 22.18 al 19). Hay castigo para quien afirma alguna palabra como dicha por Dios sin haberla él mandado (Deuteronomio 18.20; Jeremías 23.29 al 31, 29.23) y hay recompensa cuando no se aparta ni a diestra ni a siniestra de las palabras que ha ordenado (Deuteronomio 28.13 al 14), esto es, con justicia una posición media entre los extremos.


La rigidez de fundamentar creencias como enseñanza eclesiástica, es el drástico hermetismo para cambiar y corregir lo erróneo con el paso del tiempo. Por ejemplo, hubo época en la administración de la iglesia por medio de la jerarquía eclesiástica, donde de forma flexible pudo escuchar las iniciativas de reforma de Martín Lutero con sus noventa y cinco tesis, en su lucha contra lo considerado como abusos y errores de la iglesia, sin embargo, la reacción fue de intimarle con autoridad y fuerza para que se retractara. Posteriormente recibe condena y excomunión, al final fracasa también por cierta actitud propia de intransigencia. La iglesia oficial en lugar de dialogar termina en una contrarreforma. Lutero desiste de la unidad y sin pretenderlo es el origen de un cristianismo fraccionado, entre bandos que inclusive llegan a cruentas guerras y exterminio de creyentes. Prevalece la división, enemistad, intolerancia, luchas de poder y odio. También entre occidente y oriente.