El origen de la religión data desde Abel cuando muere por causa de la justicia, pero antes de morir ofrece a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanza testimonio de ser justo
La religión trae consigo el surgimiento de los mitos, arquetipos y la aventura de un viaje al encuentro con la deidad. Por consiguiente, la energía, fuerza, y valentía hacia el conocimiento verdadero, con la superación de adversidades y obstáculos. Distorsionado en luchas de poder del gobierno humano, en lugar del dominio del temperamento, la modificación de la personalidad y la consolidación del carácter, para acercarnos al Dios verdadero y a una mejor convivencia entre seres humanos. Surgen los héroes y villanos, las vidas ejemplares y subordinadas a la confianza en Dios, frente a los rebeldes por desobediencia, obstinados al seguir su propio camino o destino. Toda una conspiración y complot, con los miedos y temores que esto implica. Los héroes y villanos a su vez son figuras y representaciones entre el bien y el mal, porque son consejeros y guías hacia lo bueno o lo malo. La religión influye en el conflicto espiritual determinante del destino de cada persona y su temor a la muerte. El contraste entre la luz y las tinieblas, entre el conocimiento y la ignorancia.
La religión se vuelve una práctica o medio cultural determinante de intercesión, interpretación y tradición. El cielo se convierte en un elemento con una connotación del lugar considerado como la morada de Dios, de manera que muchas veces la mirada hacia lo alto, es la meta propuesta para la iluminación y salvación de los humanos. El cielo como gobierno de Dios y la tierra como los gobernados. La idea de ir al cielo es muy antigua, desde la torre de Babel se pretende una cúspide de esa torre para llegar hasta el cielo
La trasposición del caso de Enoc es semejante a la del profeta Elías