3.2 SAULO EL PERSEGUIDOR


Saulo es un furioso perseguidor al consentir el arresto y la muerte de los seguidores de Cristo. A partir del primer mártir Esteban, acontece una persecución contra los creyentes de Jerusalén, por lo cual se esparcen por las tierras de Judea y de Samaria; excepto los apóstoles. Saulo entra casa por casa para arrestar a hombres y a mujeres para encarcelarlos (Hechos 8.1 al 3), cuya iniciativa lo lleva hasta presentarse ante el Sumo Sacerdote, para pedirle cartas hacia las sinagogas de Damasco y encontrar algunos fieles a la enseñanza de Jesús, con el fin de traerlos presos a Jerusalén para castigo (Hechos 9.1 al 2, 22.4 al 5).


Saulo se obsesiona por hacer retractar a todos los creyentes en Cristo, se enfurece contra los cristianos y los fuerza a blasfemar. Los persigue hasta en las ciudades extranjeras, considera su deber la lucha contra los seguidores de Jesús de Nazaret (Hechos 26.9 al 11), trata a estas personas y sus creencias como un atentado contra el más riguroso grupo de su religión, el fariseísmo (Hechos 26.4 al 5), algunos consideran al cristianismo como una nueva herejía (Hechos 24.14).