PSICOTEOLOGÍA: LA NEUROCIENCIA DE LA FE
(TOMO 1)



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7.1.5) PLENITUD DE DIOS EN SU HIJO


El Padre comparte y dio a su Hijo de la plenitud de su poder y de sus atributos. En él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, cabeza de todo principado y potestad (Colosenses 2.9 al 10), porque el Hijo es la imagen del Dios invisible (Colosenses 1.15; 2 Corintios 4.4) y el primogénito de toda creación, por cuando agradó al Padre que en él habitase toda plenitud (Colosenses 1.15 al 19). El Padre es invisible (Colosenses 1.15; 1 Timoteo 1.17), pero su Hijo le ha dado a conocer visiblemente, con el ejercicio de atributos del Padre.


En el Apocalipsis se hace referencia del Señor Jesucristo acerca de cómo ha de venir Todopoderoso (Apocalipsis 1.8). También se dice que es digno de poder, riquezas, sabiduría, fortaleza, honra, gloria y alabanza, por los siglos de los siglos (Apocalipsis 5.12 al 13). Jesús prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28.20), esto es omnipresencia del atributo del Padre en el Hijo. Otro atributo es que el Hijo es el Dios Salvador (Hechos 5.31; Tito 2.13). Además está presente la omnisciencia en el Hijo de Dios, según varios pasajes (Mateo 12.25; Juan 2.24 al 25, 16.30).