PSICOTEOLOGÍA: LA NEUROCIENCIA DE LA FE
(TOMO 1)



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7.3) ESPÍRITU SANTO


Existe el Espíritu Santo de Dios (Efesios 4.30), como el poder del Padre que opera en nosotros (Romanos 15.19; 1 Corintios 2.4 al 5). Nos revela todas las cosas de él, ya que es el Espíritu que procede del Padre (Juan 15.26; 1 Corintios 2.10 al 12), por lo tanto el Espíritu Santo es poder de lo alto (Lucas 24.49), que ayuda a discernir espiritualmente (1 Corintios 13 al 14). Es dado en todo aquel que teme a Dios y obedece a sus mandamientos (Hechos 5.32). Además, es una promesa del Padre (Lucas 24.49), según su voluntad (Hebreos 2.4), repartiendo dones espirituales a cada uno en particular como él quiere (1 Corintios 12.11), también da frutos en el ser humano (Gálatas 5.22 al 25). Es un poder de Dios para que el ser humano participe en la naturaleza de la Divinidad, en su ser interior, dando fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor (2 Pedro 1.3 al 8).