PSICOTEOLOGÍA: LA NEUROCIENCIA DE LA FE
(TOMO 1)



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3.6) UNA VIDA TEMERARIA ANTE DIOS


La Biblia dice: “Porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Haced todo sin murmuraciones y contiendas, Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin culpa en medio de la nación maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo” (Filipenses 2.13 al 15 – RVR1909). Tarde o temprano Dios prevalecerá sobre toda la injusticia de los gobiernos que es contraria a su justicia divina. La vida consiste en analizar y considerar el respeto y reverencia a Dios. La historia de la humanidad es como un rompecabezas geopolítico, que se muestra desde la antigüedad de algunas civilizaciones y culturas de los Imperios asirios, babilónicos, egipcios, grecos y romanos, entre otros. Dios en cada caso se pronuncia según lo acontecido y manifestado en la Biblia. En nuestro contexto y mundo contemporáneo, así como sucedía en lo antiguo, se llegará a comprender de acuerdo con los precedentes, que ciertas prácticas, fomentan y promueven una cultura de la muerte espiritual. Es un asunto pertinente de ser irreprensibles ante Dios, como luminares con la mente y el corazón llenos de la luz de Dios en Jesucristo, porque no hay otro Dios como nuestro Dios el Padre de toda la creación:


“Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto. Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen la justicia; ábrase la tierra, y prodúzcanse la salvación y la justicia; háganse brotar juntamente. Yo Jehová lo he creado” (Isaías 45.5 al 8 – RVR60).


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En todo caso frente a la cuestión del bien y del mal, Job menciona la siguiente interrogante: “… ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios” (Job 2.10 – RVR60). Según los términos espirituales ante el Creador, el delito consiste en la infracción tanto de la ley de Cristo, como de la ley de Dios Padre, ya que saber hacer lo bueno y no hacerlo o cometer injusticia, consiste en infracción y pecado. Jesucristo dijo:


“Y como fué en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre. Comían, bebían, los hombres tomaban mujeres, y las mujeres maridos, hasta el día que entró Noé en el arca; y vino el diluvio, y destruyó á todos. Asimismo también como fué en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; Mas el día que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y destruyó á todos: Como esto será el día en que el Hijo del hombre se manifestará” (Lucas 17.26 al 30 – RVR1909).

¿Qué es una vida temeraria ante Dios? La Biblia aclara: “como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno” (Judas 1.7 – RVR60). Hay pecado que va en aumento hasta agravar al extremo. Así dijo Jehová Hijo, es decir, el Hijo de Dios, también llamado como Jehová en el primer pacto: “Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor de Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo, Descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, saberlo he…” (Génesis 18.20 al 23 – RVR1909). Hay una vida temeraria ante Dios:


“Y si no perdonó al mundo viejo, mas guardó á Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas,


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trayendo el diluvio sobre el mundo de malvados; Y si condenó por destrucción las ciudades de Sodoma y de Gomorra, tornándolas en ceniza, y poniéndolas por ejemplo á los que habían de vivir sin temor y reverencia de Dios, Y libró al justo Lot, acosado por la nefanda conducta de los malvados; (Porque este justo, con ver y oir, morando entre ellos, afligía cada día su alma justa con los hechos de aquellos injustos;)” (2 Pedro 2.5 al 8 – RVR1909).

Esta vida temeraria ante Dios corresponde a una vida sin temor y reverencia, debido a la conducta nefanda de los malvados, que con la imprudencia viven desafiantes frente a Dios. El caso de las ciudades de Sodoma y Gomorra es que al ser habitantes que son corporalmente humanos, pero ángeles indecisos, tratan de deshonrar a los ángeles celestiales fieles a Dios, como un acto indigno de deshonra, desvergüenza y humillación. La agresión, consumación de copulación carnal de violación, entendían que era lo más bajo, despreciable, infame y vil, que entre las conductas podía dañar a otro:


“Y antes que se acostasen, cercaron la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo; Y llamaron á Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron á ti esta noche? sácanoslos, para que los conozcamos. Entonces Lot salió á ellos á la puerta, y cerró las puertas tras sí, Y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré afuera, y haced de ellas como bien os pareciere: solamente á estos varones no hagáis nada, pues que vinieron á la sombra de mi tejado. Y ellos respondieron: Quita allá: y añadieron: Vino éste aquí para habitar como un extraño, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que á ellos. Y hacían gran


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violencia al varón, á Lot, y se acercaron para romper las puertas” (Génesis 19.4 al 9 – RVR1909).

Lot comprende que los visitantes son ángeles celestiales y ofrece sacrificar a sus propias hijas, esto es prueba de la gravedad pretendida por los habitantes de las ciudades en cuestión, en relación con la agravante blasfemia contra Dios y su Santo Espíritu. La maldad era inminente contra el mismo Lot y los ángeles, porque los perversos no muestran a cambio ningún interés en las mujeres hijas de Lot, menos en el caso de una consagración y santidad en matrimonio entre hombre y mujer, para que algunos de los ofensores escogieran y se unieran decentemente con las hijas de Lot como esposas. Lo mismo es comparable en abominación, entre las máximas prácticas de maldad, a la copulación de unir sexualmente con animal. Hay un caso actual legislado en una nación europea, donde se pretende castigar al infractor, únicamente cuando el animal sufre daño, herida o lesión en el propio acto, porque se requiere de la asistencia y pago veterinario. La Biblia dice:


“No te echarás con varón como con mujer: es abominación. Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él; ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él: es confusión. En ninguna de estas cosas os amancillaréis; porque en todas estas cosas se han ensuciado las gentes que yo echo de delante de vosotros: Y la tierra fue contaminada; y yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores” (Levítico 18.22 al 25 y Levítico 20.13 – RVR1909).

Es una confusión, es mezclar con ignominia o afrenta pública, donde no se distingue o reconoce el bien del mal. La tierra vomitó sus moradores. El ser humano no necesita tocar el fondo del abismo del mal, para buscar y pedir el auxilio de Jesucristo con su Segunda Venida: “Y oí á otro del altar, que



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decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos. Y el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol; y le fué dado quemar á los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el grande calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene potestad sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria” (Apocalipsis 16.7 al 9 – RVR1909). Los acontecimientos y sucesos de la actualidad del mundo corresponden a un llamado de atención de compasión y misericordia, por parte de Dios a la sociedad internacional, para arrepentimiento, conversión y resarcimiento. Porque se demuestra que estamos recibiendo los juicios de Dios, pero sin la destrucción total del planeta, el VIH-SIDA, las nuevas enfermedades, como la viruela símica o mpox, las pandemias y el incremento del calentamiento global, sumado a las olas de calor y a las posibles detonaciones termonucleares, harán de este mundo un horno de purificación del globo terráqueo, especialmente por la causa del incremento y legitimación de la maldad humana, según la palabra que permanece vigente. Las olas de calor en el mundo cada vez son más feroces como catalizador de la Edad del Calentamiento Global, que abrasa, deshidrata y calcina con altas temperaturas, que llaman la atención de la población mundial, con la cuestión de que el mismo ser humano está provocando su destino fatal y final:

“¡Ay de los que á lo malo dicen bueno, y á lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida; Los que dan por justo al impío por cohechos, y al justo quitan su justicia! Por tanto, como la lengua del fuego consume las aristas, y la llama devora la paja, así será su raíz como pudrimiento, y su flor se desvanecerá como polvo: porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel” (Isaías 5.20 al 24 – RVR1909).


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Por otra parte, el aborto de millones de seres humanos es un clamor que está subiendo a los oídos de Dios, es una provocación frontal ante Dios y un desafío a su autoridad como gobernante de su creación. El ser humano rehúye asumir compromiso y responsabilidad de fidelidad o lealtad a Dios. A pesar de las señales que estamos viviendo en todo el globo terráqueo y las amenazas constantes de catástrofes naturales, se niega y omite la existencia y presencia de un Creador. Algunos están más preocupados por establecer la eutanasia y el suicidio asistido como derechos humanos. Se pretende legalizar lo que Dios prohíbe, por ejemplo, en el caso de la fornicación, establecer como normalidad social un tipo de matrimonio genérico de igualdad civil, donde se acepta socialmente la unión de pareja llamada unión libre. El mundo en confusión se cae a pedazos moralmente, hacia el abismo del despeñadero, como un salto al vacío del suicidio social, en términos de la ética y moral colectiva, en el reino del desamor a Dios y del predominio de los anti-principios y anti-valores. Algunos están propuestos en corromper la infancia de las nuevas generaciones, desde la educación sexual escolar hasta la universitaria, para lograr como una nueva normalidad, que los pre-jóvenes y jóvenes, estén enajenados con la supuesta seguridad de la protección profiláctica, sin importar el respeto y reverencia a una Autoridad de Dios del Poder Superior o Ser Supremo, que atañe a la vida espiritual y moral. Se justifica y legitima los instintos de pecado más bajos del ser humano.


¿Podría la misma humanidad ser causa o exacerbar un gran enfado o enojo en Dios Hijo? Ya en otra ocasión está escrito lo siguiente: “Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6.6 al 8 – RVR60). La espiritualidad es la gracia ante los ojos del Hijo, es decir, el conocimiento y fe de Jesucristo: “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un



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varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4.13 – RVR60). ¿Por qué es indispensable un temperamento pacífico, sensato y sosegado? La Biblia dice: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12.14 – RVR1909). La espiritualidad es el grado o nivel de paz y santidad, sin la que nadie recibirá el cuerpo transformado en la Segunda Venida de Jesucristo, ya sea entre la población en espera en ese momento o por la resurrección de los muertos. Esta dimensión o medida de santidad es indispensable para el encuentro con el Señor.

La dimensión o medida está definida y establecida por la palabra de Dios: “para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” (Efesios 3.17 al 19 – RVR60). ¿Cómo lograr el temperamento pacífico, sensato y sosegado? En el desarrollo de esta literatura, se ha reiterado la importancia de la interpretación de cada una de las señales, símbolos y representaciones bíblicas con sus significados. En el profeta Isaías se menciona: “Porque así dijo el Señor Jehová, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis, Sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos: por tanto vosotros huiréis. Sobre ligeros cabalgaremos: por tanto serán ligeros vuestros perseguidores” (Isaías 30.15 al 16 – RVR1909). Luego Jesucristo confirma:


“El cielo y la tierra pasarán; mas mis palabras no pasarán. Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos


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por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del hombre” (Lucas 21.33 al 36 – RVR1909).

Lo que pasa es que el Señor no retarda su promesa:


“El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Mas el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están serán quemadas. Pues como todas estas cosas han de ser deshechas, ¿qué tales conviene que vosotros seáis en santas y pías conversaciones, Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos siendo encendidos serán deshechos, y los elementos siendo abrasados, se fundirán?” (2 Pedro 3.9 al 12 – RVR1909).

Acerca del temperamento pacífico, sensato y sosegado: “Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento” (Salmos 23.1 al 4 – RVR60). En esta simbología y su significado se representan la relación entre el cerebro y el corazón, mente, intención y la voluntad. La Biblia lo confirma en muchos de sus pasajes, los pensamientos celestiales de Dios son muy diferentes y elevados a los pensamientos naturales del ser humano. Las acciones, hechos y proceder del humano en la condición de natural, transita sus caminos de la vida sin la espiritualidad y el conocimiento de los caminos de Dios:



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“Buscad á Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase á Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55.6 al 9 – RVR1909).

El secreto de la vida está en Jesucristo, la integridad psicoteológica en la comunión del ser humano con Dios, se encuentra integrada entre mente y corazón mediante el enlace de Jesucristo: “Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie conoció al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo, y aquel á quien el Hijo lo quisiere revelar. Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11.27 al 30 – RVR1909). Esta inteligencia emocional y espiritual demostrada por Jesucristo con su mansedumbre y humildad, es un ejemplo y modelo de vida, de certeza, confianza y seguridad en Dios, para agradar y agradecer el hacer con fidelidad su voluntad, caso contrario el humano se constituye en amigo del mundo, pero enemigo de Dios: “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (Santiago 4.4 al 6 – RVR60). En el sentido comunitario el entorno espiritual y religioso hace la diferencia, para mejorar el ego, el carácter y la personalidad.



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La sociedad para educarse en las cuestiones que atañen a la salvación y vida eterna, tiene que educarse pero en Jesucristo, su legado, ejemplo, enseñanza, mensaje y modelo de vida. Es por excelencia el único como Maestro y Señor, enviado al mundo para transmitir directamente la palabra de Dios Padre. Jesucristo tiene la exclusividad de conocimiento de ser el Hijo de Dios como Cristo, Mesías y Ungido del Padre. Solamente Jesucristo ha ascendido a los cielos después de resucitar con cuerpo transformado, fue, es y será siempre el jefe del séquito celestial y primero después del Padre. Así como el ejemplo del caso de José en el tiempo del Faraón: “Y dijo Faraón á sus siervos: ¿Hemos de hallar otro hombre como éste, en quien haya espíritu de Dios? Y dijo Faraón á José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú: Tú serás sobre mi casa, y por tu dicho se gobernará todo mi pueblo: solamente en el trono seré yo mayor que tú” (Génesis 41.38 al 40 – RVR1909). ¿Por qué la mente y el corazón tienen relación con la Psicoteología? En el caso de la psique tiene conexión con el estudio y obediencia a Dios.


Según el texto “La Ley y La Gracia” en el Manual del Neobiblismo (www.neobiblismo.org), se indica lo siguiente: “El tema de Jesús y la gracia versus la ley añadida, se presenta porque en el caso de los Diez Mandamientos, fueron escritos en el primer pacto con el dedo de Dios en tablas de piedra, pero en el nuevo pacto son escritos en nuestra mente y en nuestro corazón con el poder del Espíritu Santo. Según el profeta Jeremías, Dios daría un corazón, un camino y un pacto eterno, al dar su temor en el corazón (Jeremías 32.39 al 40). El primer pacto es un ministerio de condenación y muerte, el nuevo pacto es con gloria un ministerio del espíritu o de justificación (2 Corintios 3.7 al 9). El primero es en la letra, grabada con letras en piedra, con una ley añadida, como fin o propósito, para llevarnos a Cristo (Gálatas 3.23 al 4.7)”. Además este tema dice lo siguiente: “La aceptación del evangelio y a Jesús como Salvador, posibilita ser siervo de la justicia de Dios (Romanos 6.18, 20 al 23), la persona se aferra al estandarte de los mandamientos no escritos en



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tablas de piedra, sino escritas con poder del Espíritu del Dios vivo en tablas de carne del corazón (2 Corintios 3.2 al 3)”.

Dios establecería su ley en la mente y la escribiría en el corazón: “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo” (Jeremías 31.33 – RVR60). Hay una conexión de Dios con el ser humano a través del cerebro y mente, con el corazón y emoción, intención, sentimiento y voluntad. Esto es la Psicoteología, cuando actúa la psique en lo conductual sincronizado con la voluntad de Dios. El estado de conciencia sensorial, la función intelectual de autenticidad consecuente consigo mismo y las psíquicas congruentes con el conocimiento proveniente de Dios Padre y de la inteligencia celestial transmitida directamente por Jesucristo. Por esta razón se confirma el nuevo pacto: “Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré” (Hebreos 10.15 al 16 – RVR60). Aquí se ratifica la afectividad y la sensibilidad celestial, en nuestra mente y corazón, establecida según la mente y psique de Jesucristo, como ejemplo y modelo de la vida cotidiana. La Biblia dice: “… Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo” (Hebreos 8.10 – RVR60). Hay correspondencia entre Dios y su pueblo entendido: “Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12.2 – RVR1909).


El cerebro es un centro principal de control, mando y procesamiento, donde desempeña una función principal la corteza prefrontal, médula espinal y el sistema nervioso en general. La mente y el corazón se involucran en el amor principal y prioritario a Jesucristo, que es el verdadero amor al Padre, que envía a su Hijo Amado. Estos mandamientos en



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la mente y escritos en el corazón es el amor más elevado y grande reconocido a Jesucristo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos; Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: Al Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce: mas vosotros le conocéis; porque está con vosotros, y será en vosotros” (Juan 14.15 al 17 – RVR1909). El mundo no puede recibir la energía, fuerza y poder del Espíritu de Dios, debido al aumento de la maldad en la sociedad y la frialdad al amor a Jesucristo: “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24.12 al 14 – RVR60). Hay una cantidad de ocho mil millones de seres humanos en todo el planeta, pero son muy pocos los que verdaderamente reconocen y dan la alabanza, gloria y honra a Jesucristo. Son pocos los que no se avergüenzan del Hijo de Dios. Lo que pasa es que hay mucho desconocimiento de las Escrituras y del poder de Dios, hay un desinterés en la Biblia: “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y el poder de Dios” (Mateo 22.29 – RVR1909).


La fuente del amor está en el cerebro, que atañe con fuerza las emociones y sentimientos hacia Jesucristo, con una convicción y seguridad genuina de fe puesta en nuestro Salvador y Señor. Es lo que se llama una adhesión ferviente, en entusiasmo y exaltación ardiente en el fuego del Espíritu Santo desde la mente y corazón, con todo el ánimo, intención y voluntad, que por consiguiente afecta el comportamiento y la conducta:: “Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados. Porque á los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conformes á la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos” (Romanos 8.28 al 29 – RVR1909). En este caso se cumple el tener la mente de Cristo, que es la verdadera libertad inherente: “Porque el Señor es el Espíritu; y donde hay



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el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando á cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espíritu del Señor” (2 Corintios 3.17 al 18 – RVR1909). Hay casos de infantes que vienen al mundo con una condición especial, físico – mental, que los hace ángeles permanentes en inocencia y sin ninguna clase de maldad o pecado. A pesar de venir como ángeles indecisos, en su crecimiento y desarrollo de la niñez a la edad adulta, se conservan como niños sin maldad ni pecado. En este estado, en una condición como niños, en palabras de Jesucristo de los tales es el reino de los cielos por inocencia (Mateo 19.14).

¿Cuál es la relación del cerebro y el corazón? El cerebro cumple funciones de automatización corporal interna, control de tiempo con sincronización y temporización, por ejemplo, la frecuencia cardiaca, parpadeo, presión arterial, respiración, entre otros. Se consideran relaciones de relojes neuronales principales, cognitivos y relojes biológicos corporales. Hay un tipo de tiempo relacionado con un llamado a la consciencia, que activa y despierta la Psicoteología en el ser humano, para la contemplación y fijación del sentido de la vida, en relación con las promesas de Dios acerca de la vida eterna. Este tipo de tiempo atañe a la espera y preparación corporal y mental, para la Segunda Venida de Jesucristo y la resurrección de los muertos. La condición anímica, lo emocional y sensorial afecta e influye en el comportamiento y la conducta, que es determinante en la toma de las decisiones procesadas en el cerebro – corazón, según el balance o equilibrio entre razón y emoción, para lo que involucra la consagración y santidad.


La interacción de la consciencia entre mente y corazón, según la ley de Dios dentro del ser interior, la mente y escrita en el corazón, posibilita la identificación y el reconocimiento del compromiso y responsabilidad de los progenitores, como guías del Camino de Jesucristo en sus descendientes. Lo que pasa es que el aprendizaje, la educación y la enseñanza, de contenidos y funciones psicológicas combinadas y reforzadas



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con la palabra de Dios, de ninguna manera pasan por alto la claridad e iluminación del conocimiento directo de Dios, que mediante las convicciones, las emociones físicas y mentales, los pensamientos y las percepciones, inciden en las funciones saludables fisiológicas de células, con la producción química – orgánica de bienestar. Lo emocional, espiritual y mental, fortalece un sistema inmunológico saludable en lo corporal. El conocimiento y la fe es poder de certeza y convicción, como una clase de neurociencia de las emociones, para enfrentar la adversidad y contrarrestar el suplicio moral interno o social.

El estilo de vida saludable, es determinante para nuestro destino, porque la conexión mente y corazón, representa la interrelación de la mente con el cuerpo, que afectada negativa o positivamente según las convicciones, creencias, emociones, pensamientos y sentimientos, generadores del cambio efectivo bioquímico y psicológico en el ser humano, llamado el efecto placebo que es el producto del creer con la seguridad de la fe. La percepción a pesar de su propia limitación, interpreta el entorno y así es como determina su particular propósito y sentido de la vida, para un destino específico. Inclusive hay una manifestación física que tiene origen por lo emocional. Así en la mente y el pensamiento influye en la fisiología y fisionomía. La auto-meditación y auto-reflexión, en el silencio de orar y hacer plegarias humildes y fervientes desde lo más interno, con las puertas cerradas de intimidad y privacidad con Dios, según Jesucristo en reverencia a Dios (Mateo 6.6). Esto es necesario para la sanidad espiritual de no dejarse atrapar por la perdición y muerte eterna. Así los hijos de la resurrección llegan a ser iguales a los ángeles hijos de Dios, que tienen inmortalidad. Pero en la condición de los ángeles indecisos como seres humanos, se casan para procrear como medio de traer a este mundo otros ángeles indecisos. El sexo de una persona lo definen los cromosomas sexuales X o Y, con sus respectivas combinaciones celulares normalmente XX en mujer y XY en hombre. La madre aporta un cromosoma X y el padre un cromosoma X o Y, según sea el caso para determinar el sexo femenino (XX) o masculino (XY).