Jesús emite su mensaje para todos, algunos lo reciben como personas espirituales y otros como personas naturales: “Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar” (Juan 6.64).
Hay un precedente en el Nuevo Testamento, en Hechos de los Apóstoles, capítulo 15, con una desavenencia en el criterio de los versículos 1 al 6, un consenso en los versículos 22 y 28, y acuerdos por escrito en los versículos 23 al 27 y 30 al 31.
Saulo conocido como Pablo tiene una transición de perseguidor de los cristianos a perseguido por causa del nombre de Jesús. Un día, cuando Saulo iba camino a Damasco, se le aparece el Señor Jesús, lo rodea con un resplandor del cielo, Saulo cae y oye la voz de Jesús, pero queda ciego.